
Con la irrupción de las nuevas tecnologías, el futuro del negocio se consagra como un porvenir repleto de innovación y avance. En la actualidad, robotizar una farmacia proporciona numerosas ventajas. Gracias al robot de farmacia Apostore, las facilidades en la ejecución son mayores, ya que de esta manera se automatiza el almacenaje de hasta el 95% de los productos que se venden en una oficina de farmacia, facilitando el control de todos los medicamentos almacenados y sus fechas de caducidad. Con este desarrollo está demostrado que los beneficios que aportan al día a día de un profesional sanitario son notorios.
Uno de los criterios más importantes para robotizar una farmacia es la viabilidad en el futuro en términos de adaptabilidad, equipamiento y reservas de capacidad ante cualquier cambio del mercado. Además, la digitalización de la farmacia elimina las constantes búsquedas de los farmacéuticos en las cajoneras, haciendo que tengan más tiempo para los pacientes de la farmacia y que puedan ofrecer un mejor servicio. Otra de las ventajas es que durante los picos de flujo de pacientes se puede atender a más personas gracias al robot, lo que le permite al farmacéutico incorporar nuevas líneas de negocio, como cosméticos, consejos nutritivos, etc. De este modo, el farmacéutico da un mejor servicio de atención al paciente ganándose su confianza y asegurándose que vuelva con regularidad a la farmacia.
Por otro lado, el control de las existencias permite al profesional sanitario pedir la cantidad exacta de productos que necesita, reduciendo la cantidad de productos almacenados, y abriendo la posibilidad de contar con una gran variedad de productos. También es trascendental tener en cuenta que el trato personalizado y la atención son dos de los factores que los pacientes más valoran de un establecimiento farmacéutico. Todas estas ventajas de robotizar una farmacia se traducen en una gran satisfacción para el paciente, ya que gracias al robot, pueden localizar en su farmacia todos los medicamentos que necesita.
El automatizar la oficina de farmacia permite al farmacéutico elaborar el inventario regularmente y de mejor manera, encontrado y ratificando los posibles errores, además de aumentar, también, la eficiencia del mismo. Lo que permite Apostore es ajustar los estantes a los constantes cambios del packaging de los productos, transformar los dispositivos de manipulación de los productos para los paquetes grandes, pesados y tallas; y tener suficiente velocidad para la dispensación paralela. En definitiva, moderizar una oficina de farmacia supone una fuerte inversión pero una reducción de costes debido a un proceso de “Backoffice” que destaca por la rapidez y la eficiencia, lo que permite a su vez, una reorganización del personal y una serie de respuestas más flexibles a los flujos de farmacia. Por último, robotizar una farmacia hace que los niveles de existencia del establecimiento se reduzcan hasta un 10-15%, según afirma la empresa encargada de diseñar los robots Apostore.