
La solidaridad en las farmacias españolas son una pieza clave para socorrer a diversos colectivos vulnerables que se encuentran en situaciones extremas. Cada vez las instituciones, las empresas y la sociedad están mucho más concienciadas en colaborar con los diferentes bancos de alimentos. Un ejemplo de ello ha sido la III Gran Recogida de Alimentos que ha batido record histórico en España con 22 millones de kilos de comida. Y es que todos los programas de esta índole suelen tener una gran acogida para ayudar a las personas que no tienen suficientes recursos.
El último proyecto solidario ha sido promovido por las farmacias de Cantabria y el Parlamento regional, ya que del 21 de diciembre hasta el 9 de enero recogerán productos alimenticios infantiles para la campaña que pone en marcha el Banco de Alimentos estas Navidades. Los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia, después de que la presidenta de la Cámara, Lola Gorostiaga, presentase esta iniciativa en la rueda de prensa con la responsable del Colegio de Farmacéuticos de la región, Marta Fernández-Tejeiro, y el del Banco de Alimentos Infantiles, José Antonio Abad.
El objetivo de esta campaña es que esta Navidad las familias con hijos pequeños, que presentan necesidades económicas, puedan disponer de al menos productos infantiles indispensables como un potito, una papilla o unos cereales. Y todo, porque los datos de Eurostar señalan a España como el segundo país de la Unión Europea (solo superado por Rumanía) que presenta un alto índice de riesgo en pobreza infantil. Uno de cada tres menores españoles está sufriendo directamente las consecuencias de la crisis, lo que les convierte en colectivos vulnerables a la exclusión social.
José Antonio Abad ha recordado que con la donación de un euro se puede conseguir un potito, con dos una papilla y con tres euros un paquete de cereales. Además, el presidente del Banco de Alimentos, ha querido resaltar la importancia de que los niños desayunen para que desarrollen eficazmente sus condiciones físicas y psíquicas. Finalmente, en la rueda de prensa, han apelado a una solidaridad en las farmacias y a una colaboración colectiva de las entidades públicas y privadas para reducir la pobreza infantil, para ello junto a la campaña se ha proporcionado un número de cuenta en La Caixa para que las personas que lo deseen hagan donaciones.
La solidaridad en las farmacias bizkainas
Recientemente y por otro lado, el Banco de Alimentos de Bizkaia ha observado como la cantidad de sus recursos se ha intensificado, gracias a la participación en conjunto del colegio de Farmacéuticos y de las boticas de Bizkaia que han colaborado con este tipo de causas. Un resultado positivo después de que en los últimos años, esta institución sin ánimo de lucro, hubiese visto reducida de manera notoria las donaciones.
La solidaridad en las farmacias bizkainas comenzó cuando el Colegio de Farmacéuticos supo por el momento crítico que pasaba esta asociación de alimentos. Como consecuencia se estableció un acuerdo para que todas las farmacias de la región pudiesen colaborar aportando cualquier tipo de alimento infantil que sirviese para satisfacer las necesidades de los más vulnerables. De esta manera se intentó conseguir que el 100% de la población bizkaina pudiera colaborar activamente con este problema que afecta a todos.
Un éxito que se ha logrado gracias a la colaboración de algunos almacenes de distribución como Cenfarte, Cofares, Bizkaia y Novaltia, donaciones que han sido trasladadas a las instalaciones del Banco de Alimentos de Bizkaia. Esta iniciativa ayudará a que en estas navidades, las familias con necesidades económicas puedan disponer de alimentos vitales, además, este proyecto solidario está provocando que muchas comunidades lo copien, como es el caso de Cantabria. En definitiva, gracias a la solidaridad en las farmacias y a la cooperación, España se consolida como un país plenamente implicado en las donaciones de alimentos y en la preservación de la salud.