
Una última reseña de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), apoyada en datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), afirmó que a nivel hospitalario el país que más antibióticos receta es España. Sin embargo, esta información va unida al abuso de antimicrobianos en la rama veterinaria y agricultura, que puede llegar a ocasionar una cantidad de complicaciones de salud a largo plazo. Por ello, la mayoría de los hospitales de España se han tenido que topar con patógenos multirresistentes que generan brotes muy difíciles de controlar.
Para evitar que estos problemas se agravaran, en el 2014 la Comisión Europea desarrolló el Plan de Resistencia Antibióticos (PRAN), coordinado en el terreno nacional por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Aunque este programa estuviese activo, varias sociedades afirmaron y reiteraron que la falta de recursos evitó que se pudieran desarrollar en su total capacidad algunos programas que el PLAN incluía.
Uno de los principales problemas es que no están capacitados de profesionales necesarios, y solo cuentan con los voluntarios que se mantienen unido a este proyecto. José Ramón Paño, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), afirma que “esto resulta muy difícil de entender, pues ha sido reiteradamente demostrado que el ahorro directo e indirecto generado por estos programas es superior a los costes necesarios para su puesta en marcha y funcionamiento”.
Sin embargo, entre los planes que se han implementado en España en los últimos años se ve realzada la efectividad de los Programas de Optimización de Antimicrobianos (PROA) en los hospitales. “Se está consiguiendo optimizar este tipo de tratamientos, mejorar resultados clínicos en los pacientes y los perfiles de sensibilidad de los microorganismos”, defiende Jordi Nicolás, coordinador del grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Centros que mantienen el proyecto
Entre los centros que están comprometidos con este proyecto, destaca Virgen del Rocío, situado en Sevilla. Manteniendo a tope sus funciones desde el año 2010 y manteniendo un progreso favorable, donde afortunadamente algunos datos afirman que se ha podido reducir el consumo de antibióticos en hasta un 29 por ciento.
Aunque la presidenta de Semergen en Castilla-La Mancha, presidenta de Semergen en Castilla-La Mancha cree que la promoción para el buen uso de los antibióticos está ligada a la ignorancia de nuevos fármacos con más efectividad por parte de los pacientes. Y opina que “Hay una falta de inversión en el desarrollo de nuevos antibióticos eficaces, dado que el proceso es cada vez más largo, complicado y costoso”.
“De 2010 a 2015 la agencia americana de medicamentos (FDA) ha aprobado ocho nuevos antibióticos y ninguno tiene mecanismos de acción nuevos, excepto Bedaquiline, para el tratamiento oral de la tuberculosis pulmonar multiresistente”, explica José Campos, del Laboratorio de Referencia e Investigación en Resistencia a Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.