
El Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ha liderado las investigaciones para hallar una cura definitiva contra el virus Zika, ya que el país norteamericano ha registrado casi 100 casos de esta enfermedad en personas que habían estado en alguno de los países afectados por el Zika. En estos momentos se cuentan con dos vacunas en desarrollo contra el Zika que actualmente están más avanzadas. Mientras tanto, la compañía farmacéutica india Bharat Biotech está en proceso de germinar otro antídoto para combatir la infección de este mosquito que tanto perjudica al colectivo de las embarazadas.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, confirma que los primeros ensayos clínicos en humanos con una vacuna experimental frente al virus Zika podrían comenzar el próximo mes de septiembre, aunque también asegura que hasta 2018 no podría comenzar a comercializarse. “Confío en tener una vacuna que pueda probarse en humanos para analizar su seguridad y si induce una respuesta protectora”, ha puntualizado el doctor. Además, “ese ensayo en fase es probable que comience a finales de este verano o principios del otoño” ha declarado en el canal de comunicación BBC.
El Centro de Investigación de Vacunas estadounidense ya participó en la búsqueda de una vacuna contra el virus del ébola. Pero en el caso del Zika, se están centrando en la protección de las mujeres embarazadas ante la fuerte sospecha de que el virus pueda causar microcefalia fetal. Esta vacuna, en desarrollo, utiliza información genética sintetizada del virus, en lugar del virus vivo, para desencadenar la respuesta inmune del organismo, de modo que si la persona vacunada se infecta con el virus su cuerpo ya está preparado para combatirlo. Además, si el brote comienza a frenar su evolución, como ya ocurrió en las fases avanzadas de los estudios con las vacunas contra el ébola probadas en esta institución, no será posible llevar a cabo un estudio lo suficientemente grande como para confirmar la eficacia de la vacuna en las zonas de riesgo.
Sin embargo, los científicos confían en acelerar este proceso aprovechando el trabajo que ya han realizado con otras vacunas. Igualmente, disponen de nuevas tecnologías que permiten acelerar el desarrollo de vacunas de ADN como ésta, al igual que ha sucedido con las del Nilo Occidental, la gripe aviar o el ébola. El director adjunto del Centro de Investigaciones de Vacunas, Barney Graham, concluye que es un desafío, ya que no se conoce mucho el virus Zika.