
45 años de estudio en hombres de mediana edad demostró que el poco movimiento o ejercicio físico puede aumentar el riesgo de muerte, y según el European Journal of Preventive Cardiology el único que podría superar esa estadística es el tabaquismo.El doctor Per Ladenvall, investigador en el Departamento de Biología Molecular y Medicina Clínica de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia afirma que “el ejercicio físico baja es un riesgo mayor de muerte que la presión arterial alta o el colesterol alto”
De un análisis previo llamado ‘’Estudio de los Hombres nacidos en 1913’’ se reclutaron aproximadamente 792 hombres en el año 1963, quienes representaban en su momento a hombres de aproximadamente 50 años de edad. Inicialmente el estudio se creó para monitorear los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para el año 1967, los hombres practicaron algunas pruebas de esfuerzo, y solo 656 hicieron pruebas de ejercicio máximo en donde se midió el consumo máximo de oxígeno. Aquellos que fueron excluidos de esta última prueba fueron descartados por presentar problemas de salud.
El papel del oxígeno en el ejercicio físico
El doctor Ladenvall explica: “El consumo máximo de oxígeno, llamado VO2 max es una medida de la capacidad aeróbica y cuanto mayor sea, mayor es la capacidad física de una persona. En 1967 era difícil hacer ergoespirometría en grandes poblaciones, por lo que los investigadores obtuvieron una fórmula utilizando las mediciones en la subpoblación, y calcularon el VO2 máximo estimado para los 656 hombres restantes que no habían hecho la prueba de esfuerzo máximo”. Los hombres se mantuvieron en observación hasta el 2012, practicándoles exámenes de ejercicios físicos uno cada diez años. Al pasar los años, el Registro Nacional de Causa de Mortalidad ofreció los datos para analizar de forma continuada las causas de muerte de los estudiados. Los investigadores encontraron que cada aumento en el tercil de VO2 max predicho se asoció con un 21% menos de riesgo de muerte después de 45 años de seguimiento y tras ajustar por otros factores de riesgo (tabaquismo, presión arterial y colesterol en suero).
“Hemos encontrado que la baja capacidad aeróbica se asocia con mayores tasas de muerte. Se clasificó la asociación entre la capacidad de ejercicio físico y todas las causas de mortalidad, con el riesgo más importante en el tercil con la capacidad aeróbica máxima más baja. El efecto de la capacidad aeróbica en el riesgo de muerte sólo fue superado por el tabaquismo”, informó Ladenvall.
“La duración del seguimiento en nuestro estudio es único. Cuando se inició este estudio, la mayoría de los datos se derivaban de las cohortes del hospital y había datos muy limitados sobre la prueba de ejercicio físico en una gran población general. Nuestra muestra es representativa de la población masculina en Gotemburgo en ese momento. El riesgo asociado con una baja capacidad aeróbica fue evidente a lo largo de más de cuatro décadas y sugiere que la capacidad física puede tener un gran impacto durante toda la vida”, finalizó.